Un declive metafísico
¿Cómo definir a esta generación? Ésta es una de las tantas preguntas que se hace la editorial central de la New York Magazine esta semana. Algunas sugerencias ofrecidas por los mismos protagonistas son: ensimismados, inmaduros, asustados, pospuestos, mimados; otras más felices, optimistas, ambiciosos, resilientes, muy confiados. Sin embargo, es probable que la palabra que mejor refleje hoy a esta generación sea "insatisfechos".
Rotulados como "Millennials" o "GenerationMe", y referenciados en este espacio con anterioridad en relación a la llamada "emerging adulthood", muchos de estos jóvenes de veintipico se encuentran insatisfechos con sus trabajos, endeudados por sus estudios universitarios, asistidos por sus propios padres (cuando no viviendo con ellos), y totalmente desconcertados ante un panorama de alta complejidad que permite dudar ya no de si se encuentran profesional o académicamente equipados, sino anímicamente preparados ("It might be hard, in fact, to create a generation more metaphysically ill-equipped to adjust to this new tough-shit World").
Es en ocasiones como ésta cuando la Cultura se vuelve tangible. Cuando hablamos de predisposiciones, posicionamientos ideológicos, proyecciones individuales, y también de herencias. Con respecto a esto último, de manera interesante, la editorial citada indaga en el "experimento educativo" del que son resultado estos chicos, criados para sobresalir y diferenciarse, con padres que en oposición a sus abuelos, los malcriaron y sobreprotegieron ("helicopter parents").
Sin embargo, todo este bagaje de preparación técnica y "cuddling" paternal para triunfar termina desembocando, irónicamente, en una lógica de supervivencia en donde la clave reside en reducir las expectativas, aún si eso implica resignarse a ser uno más.
Aquí les dejo algunos testimonios de muestra: "I have a lot of regret about going to college. If I could go back again, I think I'd try not going to college, our generation's ultimate blasphemy."
"I decided to never count on career stability and have tried to be less defined by my work. Some of my friends have recalibrated as well. It makes me think, Well, maybe I don't have to be in charge. Maybe I'll be okay with just keeping afloat rather than making a splash."
No es casual que se cite el concepto económico de "managed decline" para referenciar esta administración paulatina de la frustración y el descontento que tiene lugar aquí y ahora. El problema con esta estrategia es que se naturaliza la decadencia como única dirección posible para el ser humano, haciendo estragos sobre expectativas y proyectos más optimistas. En una época donde todo pareciera ir en declive, ¿es posible pensar en otra clase de desenlaces?
The Kids Are Actually Sort of Alright
http://nymag.com/news/features/my-generation-2011-10/