No quiero ser grande

…y hablando de la idea de adultez que se proyecta hoy en día, el domingo salió en el diario Clarín, en la sección Zona, una entrevista con el psicólogo y psicoterapeuta Miguel Espeche en la que se aborda el tema de forma bastante light y cínica. La nota está centrada en la pérdida de autoridad de los padres y un supuesto estado de miedo que se contagia a los hijos, y en un determinado momento Epeche dice:

“…frente a esa sensación de angustia y de queja que tienen los padres, que consideran que su paternidad es sacrificial (porque hay una idea de que la paternidad es un sacrificio), los chicos oponen al llegar a la adolescencia el no querer crecer. Entonces pasan dos cosas: la primera es que tenemos adolescencias eternas y la otra es la vivencia de que hay que hacer todo lo que sea divertido hoy porque mañana se terminó la historia. "Mañana entrás a ser grande y ser grande es un embole". Nadie quiere ser "eso" que son los padres.

-¿Cómo reaccionar frente a esa imagen tan desvalorizadora de la paternidad?

La propuesta sería "pongámosle onda a nuestra vida"; recreemos, por ejemplo, nuestra sexualidad, nuestra vitalidad, vayamos a la fuente de nuestro entusiasmo cotidiano, confrontemos los problemas que tengamos porque no somos un ejemplo anhelado por nuestros hijos si tenemos esta cara que tenemos, si estamos abrumados y quejosos. (…)”

Esta repuesta deja la sensación que no se trata de analizar el modelo de paternidad (o cualquier otra cosa que suponga la adultez) y ver qué está pasando que eso genera tanta reticencia en la gente más joven, sino que la solución está en no transmitirles “mala onda” a los chicos. Para rematar, Espeche cierra con una anécdota donde le recomienda a una madre que mientras espera que su hijo vuelva del boliche se relaje y tenga relaciones con el marido: “Su hijo, al volver, la va a ver con cara distendida, de buen humor y va a decir 'está bueno ser padre'.”

En fin…

http://www.clarin.com/suplementos/zona/2009/08/30/z-01988553.htm