Campaña Uvasal por Pablo
El otro día estaba tranquilo en mi casa viendo tele, cuando aparece una propaganda, que en un comienzo y sin prestarle atención me pareció hasta graciosa. Pero cuando la volví a ver con detenimiento me di cuenta de lo terrible que era.
Me estoy refiriendo a la última campaña de Uvasal, en la cual hay dos hombres comiendo en un bar y luego de pedir una bestialidad de comida salen globos de todos lados y aparece una voz que dice "Comer es una fiesta, y estás invitado".
Me parece increíble la falta de criterio que en general muestran los “creativos” al transmitir mensajes, pero en este caso es inconcebible. Básicamente lo que te están diciendo es “comé como un cerdo, total después te tomás un Uvasal y está todo bien”. Sin importar todos los efectos nocivos a la salud que tienen esta clase de comportamientos.
Lo que me resulta más dañino todavía es que intentan ponerle humor a una situación que es cada vez un problema más grave en el mundo, pero inclusive peor es generar la noción común de que ante un problema la solución es sintomática y no de fondo. En vez comer bien para sentirme bien (que sería la concatenación lógica de pensamientos) generan el concepto de que no importa ni como, ni lo que ingiero, total me tomo un Uvasal y me siento bien.
Cualquier problema que se soluciona con una pastilla me parece sospechoso y que estos descerebrados generalicen esta idea, es atroz y tiene un impacto muy nocivo en la generación de cultura.
¿Tal vez ese es el verdadero problema no? Los que tiene un rol de comunicadores sociales no tienen presente, ni por asomo, su responsabilidad como generadores de cultura.
Les pongo unos links para que vean las diferentes propagandas.
http://www.youtube.com/watch?v=w8frNfyyHFs
http://www.youtube.com/watch?v=UKkluUM1SQk
http://www.youtube.com/watch?v=aCFzS8nPJ1o
Agata
Si, sumale la gravedad del asunto que uno de los comensales tiene un clarisimo problema de sobrepeso y festeja el asunto mientras se mastica un grisin…
Definitivamente hay un gravisimo olvido de los creativos y de los filtros subsiguientes de que estan comunicando masivamente, y eso implica una grandisima responsabilidad educacional.
De todos modos hace rato que esto sucede no solo en la publicidad, sino en todos los medios masivos de comunicación. No hay filtros ni tamices.
Pablo S.
Lo alarmante es la necesidad cultural del exceso. “Comer hasta reventar” o “beber hasta volcar” son conductas sociales vistas con simpatía incluso folclórica.
Creo sin más, que hay una pulsión autodestructiva de fondo, que es funcional a la insatisfacción y a la falta de modelos sustentables de gestión de la propia vida.
Saludos!