Recuerdos del Futuro

Estamos en el año 2254, me llamo DaniLop 04 (este último número da cuenta del número de regeneraciones totales de mi sustrato biológico y se lo usa como control estadístico para certificar las bondades de los reemplazos y promover los cambios necesarios) y soy la PP (personalidad persistente) de lo que antes se conocía como Daniel López.

Es un lunes bastante agradable para lo que suele ser un atardecer marciano y estos días estoy cumpliendo una pasantía en Marte aprovechando para comprobar de primera mano una de mis hipótesis acerca del incremento de la velocidad de la reconstrucción de la atmósfera marciana por el uso de las nuevas tecnologías de terraformación.

Ahora estoy esperando el envío, desde el Centro de Reemplazos Vitales, del archivo para que se implante en mi cuerpo una de las nuevas Memorias Fotónicas que son más rápidas y tienen más capacidad que las ya vetustas e impredecibles Memorias Quánticas que ya tienen como ochenta años de antigüedad.

Con las Memorias Q, todo era un poco impredecible, funcionaban bien, pero a veces tenían comportamientos extraños, por ejemplo traían a la conciencia un momento o hecho cualquiera con un detallismo pasmoso, todos los aspectos vividos se volvían presente en todos sus detalles.

Sin ir más lejos, hoy veía una noticia acerca de una conferencia que va a dar CarLav 02 (como se puede ver, Char tenía razón en eso de cuidarse en la alimentación) en el Foro de Comunidades Transhumanistas Descentralizadas, cuyo título es toda una declaración de principios muy propia de Carlos: “¡Es la Cultura, Estúpido!”.

Estaba viendo esa noticia y repentinamente mi Memoria Q me trajo una nota que había escrito en el viejo Foro del Club I+ el 26/09/2016, como la recuerdo hasta el más mínimo detalle, les cito la parte central de la misma:

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Amigos: En la última reunión del Club, se habló de que en el futuro podríamos reconfigurar todo nuestro cuerpo biológico y nuestros hábitos, en pos de asegurarnos la persistencia de nuestra vida tanto en los aspectos físicos como psíquicos.

Ya en mi casa, recordé (Wikipedia salió en mi auxilio) la llamada “Paradoja de Teseo”, en ella, según una leyenda griega recogida por Plutarco, el barco en el cual volvieron desde Creta, Teseo y los jóvenes de Atenas tenía treinta remos, y los atenienses lo conservaban desde la época de Demetrio de Falero, ya que retiraban las tablas estropeadas y las reemplazaban por unas nuevas y más resistentes, de modo que este barco se había convertido en un ejemplo entre los filósofos sobre la identidad de las cosas que crecen; un grupo defendía que el barco continuaba siendo el mismo, mientras el otro aseguraba que no lo era.

Esto se puede traducir en la siguiente pregunta: ¿estaríamos en presencia del mismo barco si se hubieran reemplazado cada una de las partes del barco una a una? Existe además una pregunta adicional: si las partes reemplazadas se almacenasen, y luego se usasen para reconstruir el barco ¿cual de ellos, si lo es alguno, sería el barco original de Teseo?

Siguiendo el sistema filosófico propuesto Aristóteles y sus seguidores, hay cuatro causas o razones que describen una cosa:
1) La Causa Formal: es el diseño de una cosa.
2) La Causa Material es la materia de la que está hecha la cosa.
3) La Causa Final, la cual es el propósito previsto de una cosa.
4) La Causa Eficiente es cómo y por quién está hecha una cosa.

Eso mi hizo pensar en que si vamos cambiando las partes de nuestro cuerpo, en algún momento tendremos un cambio en nuestra psiquis, en nuestras maneras de ser, entre el Daniel de la década del ochenta y el Daniel del futuro podríamos decir:

La Causa Formal se mantiene
La Causa Material ha cambiado
La Causa Final, supongo que se mantiene y tiene como fin principal la persistencia
La Causa Eficiente, entiendo que cambian el método y el productor de los nuevos elementos de mi cuerpo y mente.

Me parece que las Causas impares son las más importantes, razón por la cual supongo que hay continuidad entre ambos “Danieles”, pero esto me da pié para pensar en que si se altera la Causa Formal y la Causa Final, estaríamos en presencia de un cambio profundo.

Por todo lo dicho, postulo que si no hay un vínculo persistente entre los diferentes “Danieles”, un hilo primordial que conduzca y ligue los distintos estadíos de personalidad, en algún momento se producirá un salto en la continuidad y entre un “Daniel” y el siguiente habrá una ruptura, al principio imperceptible pero con el correr del tiempo asumirá una distancia irreconocible.

Dicho esto, me pregunto ¿qué sería esa parte innegociable e inmodificable de mí ser? Obviamente no es una parte física, así que supongo que es algo asimilable a la propia conciencia, a la idea que nos sustenta como una unidad que atraviesa el tiempo y el espacio.

Ahora bien, creo que nuestra actividad psíquica depende de un soporte físico, entonces: ¿podríamos alegremente sumergirnos en un proceso de recambio de nuestro cuerpo? ¿Este recambio no traerá alguna modificación de nuestra conciencia?

Amigos, hasta aquí llegué y no tengo una respuesta que me satisfaga de manera cabal, capaz que el paso del tiempo pueda aportarme algún nivel de certeza que hoy por hoy se me escapa. El futuro dirá.
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Justo en este preciso instante terminó la transferencia de memoria hacia mi nueva Memoria Fotónica, tengo la sensación de poder invocar cualquier recuerdo al instante, ¡Qué Maravilla!

Por las dudas hago la verificación de control estipulada por el Centro de Reemplazos, el proceso comprende traer a mi memoria el primer recuerdo que tengo y después invocar lo último que estuve pensando….

Como siempre que hice estos cambios traje el recuerdo de circuitos de memoria, lo primero que salta a mi memoria, en forma algo borrosa, es un día, debía tener entre cuatro y cinco años, en que mi Mamá me llevó a la Plaza en el viejo barrio de Villa Luro y de golpe me veo invadido por una inmensa felicidad por subirme y jugar con las hamacas….

Sobre el último recuerdo, busco en mi memoria y solo me queda la idea de algo relacionado con “La Paradoja de Teseo” y su vinculación con algunas de las ideas que sostenía Aristóteles sobre las primeras causas… pero no debe haber sido algo interesante… debió ser algún pensamiento fugaz y poco importante… Autor: Daniel López
Fuente: rro

Daniel Lopez
4 Comments
  • Vic
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    Guau Dani! Que maravilla el cuadro que relataste para presentar tus ideas, muy transportador y divertido.

    Yo empezaría por pensar, ante la natural duda de qué restaría de “mí” en una evolución que parte en este caso que planteas de lo biológico, que este recambio de partes ya sucede hoy.

    A nivel celular, no sos hoy el mismo de ayer, ni lo serás mañana. Y sin embargo, ¿No te preocupa perder el hilo conductor no? ¿Qué hace entonces que esta proyección a futuro nos lleve a temer eso, será la tangibilidad o percepción cognitiva de los cambios?

    Esto abre varias puntas. Por un lado la posibilidad de que no le tememos a lo que no podemos ver o percibir a través de nuestros sentidos (ilusoriamente, porque está ahí igual). Esto se da por ejemplo ante la incapacidad de conceptualizar riesgo y daño futuro (no puedo ver inmediatamente los daños de este cigarrillo o este McCombo entonces pierden grip en mi realidad actual).

    Por otro lado, está la temática de la identidad-personalidad en relación al cuerpo material. Si podemos comprender que en efecto somos cuerpos diferentes cada día, ¿a qué nos estamos aferrando?
    El hilo conductor por así decirle podrían ser tus sueños, aspiraciones, objetivos, valores, vínculos…y ojo que todo esto vaya si muta también! Gracias que así sea, estaríamos complicados si no evolucionasen todas estas cosas, imaginar una vida entera de sueños inmutables se me hace un tanto aburrido.

    La idea de que algo puede permanecer y por efecto nuestro creo yo es la sensación omnipotente de control (que no existe)y que sería bueno cambiar por voluntad, impulso y movimiento generador.

    ¿Seguiremos siendo nosotros? Habría que ver a qué le llamamos nosotros….

    Saludos desde Melmac

    27 de September de 2016 at 12:18 pm
  • Carlos Lavagnino
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    Querido DaniLop 04,

    Estoy empezando a sospechar que la verdadera razón del reemplazo de las Memorias Q es una no muy documentada falla que hace que dos chips implantados en distintas personas puedan ocasionalmente dirigirse en un mismo instante a un recuerdo en común. Sólo así puede explicarse la extraordinaria coincidencia de que apareciera ayer también en mi mente el artículo que escribieras en el foro allá por 2016!

    En esa época solía apreciar con gran simpatía tu utilización (persistente) de Aristóteles para emprender el desafío de pensar el cambio y la persistencia. Y buena parte de razón tenías, estimado Baelish: hemos llegado hasta aquí atravesando la mutación permanente de la materia, los atrasos del Centro de Reemplazos Vitales y un sinnúmero adicional de eventos cambiantes, pero lo que nunca se extinguió y se las arregló para permanecer desde ese remoto 2016, fue el “fin principal de la persistencia”, y nuestra capacidad de salvaguardar entre cambio y cambio de chip de memoria, la posibilidad de navegar un hilo de serpenteante conciencia hacia el mar del pasado. (Vicky 2016: esos sueños sí son inmutables, su estructura no cambia (persistencia vital), y de aburrido no tienen un pelo, porque son Motivos Infinitos).

    Más allá de esos dos elementos, ¿hubo algo inmodificable o innegociable? Me temo que no, estimado amigo. Pero eso le da más significado aún a lo que supimos defender o cambiar astutamente, no por ser patrimonio más o menos identificable con nuestra micro-tradición, sino porque fuimos descubriendo que eran los posibilitadores del más noble de los milagros, llegar hasta este remoto futuro, y eso es más importante que cualquier afirmación autóctona. Probablemente no te acordarás de ese flyer del Club de 2019 (siempre me fastidió tu indiferencia para con los flyers, te lo recriminé hasta finales del siglo XXI), en el cual se decía: “La Virtud supera a lo Genuino”.

    Afortunadamente, pudimos con el tiempo demostrar que la emancipación debe remontarse a alturas necesariamente inalcanzables para el yugo de la vieja identidad. ¡Cómo tembló la Cultura! ¡Cómo se estremeció la plácida laguna de la Humanidad!

    Los pioneros, así, acometieron la última frontera de lo humano, allí donde sin complejos se opera sobre lo estructural de variadas maneras; a veces hay que controlar un fenómeno (Vicky 2016: el control SÍ existe, por suerte, y no tiene nada que ver con la omnipotencia, es esencial en una amplia gama de desafíos de permanencia, desde los aviones en el aire hasta la posibilidad de un adicto de no recaer), otras veces intervenirlo, otras contemplarlo e inspirarse en él.

    Y así descubrimos el llamado del futuro, que nunca se cansó de enviarnos el mensaje desde lo más recóndito de nuestra imaginación: “Sólo lo extraordinario llegará hasta aquí, y lo que se quede, será extraordinario.”.

    Siempre miro esa frase encuadrada en otro flyer del año 2024, que un día colgué justo al lado del ventanal de mi chacra en Saturno, desde donde uno nunca se cansa de apreciar la inmensidad del Cosmos.

    Espero recibir noticias tuyas pronto, y que en esa ocasión no se deba a una falla de tu nueva memoria.

    28 de September de 2016 at 2:41 am
  • Vic
    Reply

    Algunos comentarios aclaratorios porque o no me expresé bien, o estamos hablando de cosas diferentes:

    1. Me sorprende Char que no compartas la idea de la evolución de los sueños (que es lo que yo planteé). Por dos aspectos, uno la evolución en complejidad y virtud, y otro por forma. Este segundo aspecto sería analógico al cambio del organismo, hay un hilo conductor, hay una continuidad pero las células son nuevas. De hecho si utilizo a los sueños como hilo conductor de la entidad persona (cuya identidad como hablabamos en EXO no es inmutable y está bueno que cambie inspirándose en versiones mejores) eso sería en sí una parte estructural.

    2. Claramente, no pienso que no se puede controlar nada en el universo, eso sería ridículo. Tan real como puedo controlar a qué velocidad me desplazo según la fuerza que aplique sobre el acelerador…estaba haciendo referencia, sin explicar muy bien evidentemente, a por ejemplo la tormenta que no apareció en los radares y sacudió tu avión, y que vos no podes controlar, sino que OPERÁS con las nuevas variables.

    28 de September de 2016 at 12:01 pm
  • Daniel
    Reply

    Vicky, Carlos, Hola.

    Ah… Melmac… ¡Qué playas! ¡Qué montañas! Con justicia está el dicho: “Verede Melmac, e dopo morire”

    Pero yendo a lo nuestro, me alegra que les haya gustado el escrito del Daniel del futuro, trataré de contestarles en su nombre porque si bien hoy soy Yo supongo que también soy un poco Él.

    Claramente aciertan cuando dicen que el recambio de partes ya sucede hoy, tal vez estemos seteados para vivir con una renovación a escala natural y cuando se verifica el cambio a dicha velocidad no lo percibimos, como cuando vemos una película notamos un movimiento suave y natural de la escena, pero si alteramos su velocidad (usando el viejo fast forward) llega un punto en que perdemos el sentido de la trama.

    Mi yo actual está de acuerdo con la evolución de los sueños, aspiraciones, objetivos, valores, vínculos, etc. pero nuevamente las cuestiones de gradación exigen precisiones: La “evolución” como concepto equivale -dentro del abanico de los cambios- al “máximo cambio posible” que mi condición biológica y fundamentalmente psíquica me permita, un cambio mayor y más abrupto producirá un salto en el continuo vital que me parece rompería con la idea de la evolución.

    Y por último, me gusta pensar que los sueños, aspiraciones, objetivos deberían quedar inmutables en tanto y en cuanto no hayan sido alcanzados o realizados, luego de ello, no encuentro motivo para quedarme inmóvil sobre los mismos, no cabe duda que son la plataforma inmejorable desde donde despegar hacia otros sueños, aspiraciones y objetivos superadores tanto cuantitativa como cualitativamente hablando.

    Ya me imagino al Daniel del futuro riéndose compasivamente de estas sus ideas del pasado, al tiempo que entona esta estrofa final:

    Y este canto que emprendí,
    esta tocando a su fin,
    ya que yo que lo empecé,
    ya no soy más el que fuí.

    (escribí esta entrada al solo efecto de ser acreedor al premio: “Posteo Emanuel Ginóbili de la semana”)

    Última modificación del comentario realizada el 28/09/2016 13:28

    28 de September de 2016 at 1:23 pm

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