Escape en busca de una identidad
Por Julieta Vaca Rossi
Los “gappers” vienen a creer que no son del montón que estudia, que escala profesionalmente, que construye un hogar y una familia. Ellos son diferentes. Se dieron cuenta de que no quieren esa vida, al menos no todavía. El año sabático es cada vez más común entre los jóvenes que no saben qué hacer ante el tedio y la incertidumbre proyectual. La experiencia turística se ha convertido en un consumo aspiracional e identitario para muchos, pero ¿es ésa una alternativa sustentable?
Está buenísimo que los jóvenes sientan que no tienen que seguir el camino que les ha sido trazado por la sociedad. Está buenísimo que perciban que esa vida no es orgánica. Pero es lamentable que las ganas que tienen de cambiar sus modos de vida se traduzcan en una huida. Una vez realizado el viaje, ¿cuánto tiempo pasará hasta que vuelvan a sentir esa angustia existencial? La fugacidad de sus planes debería ser un indicador de que ésa no es la mejor opción.
¿Qué pasaría si todas esas energías se invirtieran en construir un sistema de vida acorde a nuestra época y lugar de residencia? ¿Es realmente necesario viajar para cambiar de perspectiva, para “abrir la mente”? Hoy no es necesario recorrer el mundo para ser un ciudadano global, tenemos en nuestras manos las herramientas para conocer y elegir lo que mejor nos forme como individuos independientes. Tiene que ser nuestro desafío no dejarnos engañar por soluciones efímeras, como esos espectaculares viajes alrededor del mundo, para lograr avanzar hacia soluciones integrales en la construcción de nuestras vidas.
* En referencia al artículo publicado en Clarín, “Año sabático: Más jóvenes hacen un corte en sus vidas y se van por el mundo.” Disponible en: http://www.clarin.com/sociedad/jovenes-hacen-corte-vidas-mundo_0_1093690733.html