La “E” por la “U”
Por Laura Marajofsky
Gracias al hecho de que pegarle al modelo universitario está prácticamente de moda, lo que hace unos años podía resultar una conversación incómoda o difícil de llevar, hoy se ha vuelto un tema “apto para todo público”…hasta esos padres más tradicionales están teniendo que hacerse a la idea de que quizás sus hijos ya no hagan los cinco años de cursada tal como habían planeado.
Para los que venimos alimentando este debate desde hace años (también con propuestas concretas realizadas desde el marco del proyecto Riorevuelto, verNau! https://www.riorevuelto.org/proyectos/), lo que resulta interesante de analizar son los distintos matices que va tomando el fenómeno en la actualidad.
En esta línea y con los consabidos coletazos que generó la crisis económica en los EEUU (la deuda promedio por estudiante en el 2011 fue de 26.000 USD) no sorprende que las contra-propuestas al modelo académico estén orientadas a una salida laboral rápida en un intento de reubicarse en el cambiante escenario.
Así un denominador común que puede observarse en varias iniciativas recientes es la irrupción del mundo empresarial en el ámbito educativo, ocupando el lugar vacante dejado por la academia para formar a los jóvenes e insertarlos en el mercado laboral. Desde proyectos como “Enstitute” http://enstituteu.com/) y “The Fitz Roy Academy of Getting Shit Done” (http://fitzroygsd.com/#1), el foco está puesto en plazos cortos de formación a través de o bien un sistema de “apprenticeships” en empresas (algo así como pasantías), o workshops intensivos con mentores de distintas industrias. El objetivo: lograr jóvenes “industry-ready” en áreas más o menos demandadas (tecnología, diseño, publicidad, negocios).
Independientemente de que uno podría cuestionar ciertos aspectos del enfoque que estos proyectos utilizan (¿cuán integral es realmente el programa?, ¿es posible formar a alguien en seis semanas?) algunas preguntas que surgieron en el Club I+ pasado tienen que ver con el origen de estos proyectos y qué costos presenta este tipo de educación para una persona joven.
Que la alternativa provenga de un ámbito tan disfuncional como el empresarial puede despertar sospechas, en particular si lo que se le debería pedir a un nuevo paradigma educativo es una visión crítica para con el entorno (empresas incluidas), además de cierta inspiración para resolver los problemas presentes en la actual cultura del trabajo… o por lo menos para no reproducir los mismos viejos vicios.
En vez de fomentar individuos que no estén tan pendientes del “mercado” y lo que “se busca” para proyectarse y tener ideas, lo que se está logrando es todo lo contrario. De este modo, lo que parecieran producir estos modelos “Facebook-friendly” que están apareciendo por todos lados es más gente que piense y produzca como el promedio, sin salirse de lo esperable. Toda una generación de chicos que quizás no vayan a la universidad pero que van a ser “encastrados” (precisamente por eso se habla de “industry-ready”) en la sociedad de la misma manera que sus pares universitarios.
Inclusive, dada la cuota de “cancherismo” o envalentonamiento que suele acompañar este tipo de ofertas, es posible que el encastre sea aún más nocivo. Basta con darle un vistazo a la nueva camada de “creativos” en distintas áreas como la publicidad, los medios y la tecnología que aparecen hoy en la revista de turno, carentes no sólo de humildad sino también de verdadera innovación.
Finalmente, otra variable sobre la cual se podría indagar tiene que ver con el paso del tiempo y la motivación para aprender. Si el modelo profesional/laboral estándar se encuentra en crisis debido entre otras cosas a la falta de un componente regenerador que lo sustente en el tiempo (ya sabemos que no basta con “hacer lo que te gusta”), ¿qué nos hace pensar que desde este mismo ámbito podrían surgir respuestas a la pulsión de formarse y aprender de manera sostenida? A lo mejor la diferencia entre estos nuevos enfoques y uno superador podría ser el visualizar el aprendizaje no como un proceso que termina cuando se consigue un trabajo o se funda una empresa, sino que continúa a lo largo de nuestras vidas.
Recomiendo escuchar la última reunión de Club I+ a partir del minuto 56 aproximadamente, donde también se tocan conceptos como el de “creatividad de baja intensidad”.
https://www.riorevuelto.org/2013/05/16/reunion-no-8-de-club-i-temporada-2013/
Laura
Les dejo una nota sobre el interesante libro de la escritora Kio Stark (http://www.kiostark.com/… ) acerca del aprendizaje por fuera de la escuela, titulado “Don’t Go Back to School: A Handbook for Learning Anything”, que reúne reflexiones sobre varios temas como por ejemplo cuáles son las claves para el aprendizaje autodidacta, la importancia de la motivación y el sostenimiento de la misma en el tiempo…
Sobre la estructura del “independent learning”
“Independent learning suggests ideas such as “self-taught,” or “autodidact.” These imply that independence means working solo. But that’s just not how it happens. People don’t learn in isolation. When I talk about independent learners, I don’t mean people learning alone. I’m talking about learning that happens independent of schools.”
Sobre la motivación…
“Learning your own way means finding the methods that work best for you and creating conditions that support sustained motivation. Perseverance, pleasure, and the ability to retain what you learn are among the wonderful byproducts of getting to learn using methods that suit you best and in contexts that keep you going.”
“There is something really special about when you first realize you can figure out really cool things completely on your own. That alone is a valuable lesson in life.”
Sobre lo que le falta a los MOOCs y otras cuestiones…
“MOOCs are designed to put teaching online, and that is their mistake. Instead they should start putting learning online. The innovation of MOOCs is to detach the act of teaching from physical classrooms and tuition-based enrollment. But what they should be working toward is much more radical – detaching learning from the linear processes of school.”
“Most people assume you need a PhD to publish in peer-reviewed books and journals, but it’s not true-I’ve published in peer-reviewed venues without even a bachelor’s degree, because I learned the material well enough on my own to engage at the cutting edge of human knowledge.”
Más aquí: http://www.brainpickings.org/index.p…
Última modificación del comentario realizada el 25/05/2013 21:19
Lau, 24/05/2013 22:18
Registrado: 18/11/2005