Las “study drugs”, una nueva arista de la debacle universitaria

Mientras el debate acerca de la vigencia del modelo universitario se enciende en la Web con iniciativas como "Uncollege" (http://hackeducation.com/2013/03/03/hacking-your-education-stephens-hole-in-the-wall-mitra/), debate que llega un poco retrasado y gracias a la ahora innegable "burbuja educativa", otros aspectos de la debacle académica comienzan a salir a la luz.

Ya no se trata sólo de cuestiones vinculadas a los crecientes costos financieros del modelo, sino que gracias a testimonios y crónicas de estudiantes es posible comenzar a advertir "otro tipo" de costos con un impacto a largo plazo todavía más profundo que el económico.

Un artículo reciente sobre el aumento en el consumo de las denominadas "study drugs" (drogas como el Adderall y otras anfetaminas) da cuenta del complejo vínculo que existe entre el malestar, la negligencia del aparato educativo, la enfermedad mental y la compulsión (http://www.nytimes.com/2013/02/03/us/concerns-about-adhd-practices-and-amphetamine-addiction.html?pagewanted=all). Si bien la tendencia no es nueva, al igual que la burbuja educativa en su momento, tuvo que pasar cierto tiempo para que el fenómeno empezara a recibir más atención y fuera reconocido.

Así, el uso que se le da a estas sustancias para poder cumplir con las demandas académicas, pero quizás también para sobrellevar la angustia generalizada que ya es común en estos ámbitos, aumentó considerablemente en los últimos años. Recomiendo echar un vistazo a las estadísticas presentadas en la nota citada en el anterior párrafo reflejando este crecimiento.

El perfil del estudiante que abusa de estas sustancias puede ser descripto de la siguiente manera: "…he was a typical undergraduate user – when he needed to finish a paper or cram for exams, one Adderall capsule would jolt him with focus and purpose for six to eight hours, repeat as necessary".

Liliana Colanzi, una reconocida escritora, habla acerca de lo corriente que son este tipo de prácticas en un ensayo donde relata su experiencia realizando un doctorado en la prestigiosa Universidad de Cornell; leyendo su descarnado relato podemos ver por un lado los terribles estragos que generan este tipo de adicciones, pero más importante aún se observa la superficialidad con la que se enfocan los problemas en estas instituciones y la negación del entorno.

"…el periódico USA Today llamó a Cornell "la escuela de los suicidas"- la universidad invirtió cientos de miles de dólares en ayuda psiquiátrica para los estudiantes. Sin embargo, en el tiempo que vi a la mía, nunca me preguntó por las verdaderas causas de la angustia; se limitaba a averiguar si mis problemas personales interferían con mi rendimiento académico. A veces fantaseo con vengarme de ella. " (http://www.clarin.com/sociedad/venci-adiccion-ansioliticos_0_871113051.html).