Vehículos autónomos y la delgada línea de responsabilidad
"Bienvenidos al valiente y nuevo mundo del vehículo autónomo" dice un artículo publicado hoy en Wired Magazine. En el mismo se detalla cómo la inclusión de vehículos autónomos, esto es automóviles que pueden funcionar sin asistencia humana como el "Google's self-driving Toyota Prius", plantean toda una serie de dilemas en torno al marco legal y cultural actual. A medida que las llamadas tecnologías autónomas hacen su entrada, empiezan a surgir preguntas relacionadas con la responsabilidad que tienen desde el fabricante de las mismas, hasta las empresas automotrices y el individuo que maneja.
"As these technologies increasingly perform complex driving functions, they also shift responsibility for driving from the driver to the vehicle itself…. Who will be responsible when the inevitable crash occurs, and to what extent? How should standards and regulations handle these systems?"
En lo que refiere a la ley, no existen demasiados antecedentes al respecto ya que la fabricación de esta clase de autos es algo incipiente. Sí, podemos encontrar clara reglamentación en cuanto al uso de tecnología mientras se conduce (hablar por celular, etc.), ¿pero qué pasa con este nuevo tipo de tecnologías aplicadas al acto de conducir? Vale aclarar también que si bien la mayoría de los autos modernos cuentan con equipamiento de asistencia al conductor (imitando en muchos casos la acción humana) aquí estamos hablando de una autonomía llevada al extremo.
Ahora, incluyamos en este particular cóctel no sólo las preocupaciones legales respecto de las responsabilidades, sino también otras connotaciones que este tipo de desarrollos podrían tener. ¿Qué grado de atención debería tener una persona que maneja estos vehículos, en qué consistiría por ejemplo un "manejo cuidadoso"? ¿Qué tipo de capacidades deberíamos entrenar -y qué posibles efectos de acostumbramiento podrían darse? ¿Es factible pensar en la implementación de estas tecnologías en un clima como el actual (tomando en cuenta la creciente alienación, distracción y otras variables culturales representativas)? Algunos podrían, con razón, presentar ciertas objeciones. Quizás esta última pregunta incluso lleve a interrogarse por aquellos casos que trascienden un sistema autónomo directamente…
Así expertos y fabricantes comienzan a discutir si se debería adaptar la estructura legal y social para incluir este tipo de vehículos a futuro, o por el contrario, adaptar los mismos al régimen vigente… si bien desafortunadamente siempre da la sensación de que la ley, la costumbre o sencillamente el sentido práctico parecieran preceder una observación cultural crítica.
Aquí les dejo la nota para que se interioricen más con el tema.
Navigating the Legality of Autonomous Vehicles
http://www.wired.com/autopia/2012/02/autonomous-vehicle-legality/?utm_source=twitter&utm_medium=socialmedia&utm_campaign=twitterclickthru
Daniela
Parece ciencia ficción, no? Pero no el hecho de que existan estas tecnologías sino que estamos poniendo todo el potencial de desarrollo en las técnicas-herramientas, que luego suplantan el sentido primordial por la cual éstas fueron implementadas en primera instancia, es decir, como subsidiarias. Como subsidiarias del desarrollo humano.
Estaba leyendo un libro muy interesante, y muy recomendable por cierto, que se llama "El Mito de la Máquina" de Lewis Mumford. Y lo nombro por que en el mismo aparece una perspectiva de la historia de la sociedad humana diferente a lo habitual y una crítica a lo que la historia proveniente de lo que se denomina "progreso" nos presenta.
Esta última nos explica la historia del hombre en cuanto a su desarrollo y producción de herramientas. Éste autor, por el contrario, parte de la base que el desarrollo humano a través de la historia desde la prehistoria está ligado a la evolución de las potencialidades humanas de inteligencia, expresión y conformación de una personalidad humana, una hominización diferenciada de la mera existencia animal e instintiva. Nos explica que lejos de estar la misma relacionada con la producción de herramientas para el control de la naturaleza, las técnicas estuvieron en primera instancia más relacionadas a la formación, avance y perfeccionamiento del lenguaje, de la expresión estética y de la construcción de nuevos sentidos.
Nos explica que el desarrollo de estas herramientas fue durante miles de años muy lento, pero que sin embargo el ser humano como tal, en cuanto a su desarrollo y capacidad expresiva fue muy importante, donde lo más significativo era encontrarse a sí mismo, su identidad, la búsqueda de sentido, la creación cultural.
Hoy en día estamos haciendo mucho incapié en el desarrollo de la tecnología donde grandes empresas se encargan de diseñar, fabricar y vendernos una cantidad de, no sólo productos, sino de necesidades que nos van estupidizando cada vez más. Vamos delegando nuestras responsabilidades, vamos atrofiando nuestras capacidades. A cambio de qué? Somos más libres? Más inteligentes? Más autónomos? Siquiera más felices? Nada de eso. Ni siquiera nos ahorramos tiempo, porque siempre lo llenamos con alguna otra actividad, otra distracción u otro objeto de consumo.
Es claro que en esta sociedad los objetos no son sólo objetos sino símbolos de estatus. Donde la gente se caracteriza y valoriza más por lo que tiene que por lo que es. Pero realmente queremos vivir en una sociedad así?
Cuando aplaudimos cada nueva invención no nos preguntamos que implica, para qué sirve y qué consecuencias tendrá. Tampoco nos preguntamos si no estamos invirtiendo en los lugares equivocados. No porque la tecnología sea mala, sino porque estamos secundarizando lo principal sacrificándolo a lo que es accesorio.
Por eso celebro que estén cuestionando este modelo, para re pensarlo y por eso quise también aportar también esta visión.
Un beso grande!
Charly
Hola Daniela, sobre la base de lo que decís me surgen algunas impresiones.
Observo el desarrollo de una contraposición en tu análisis, que podría describirse esquemáticamente como: herramientas para el control de la naturaleza-objetos-tecnología vs. inteligencia-expresión-personalidad humana-lenguaje-estética-sentido.
En algún punto, me permito relacionar esta contraposición con alguna variante de la ya clásica batalla entre ciencia vs. humanismo, la cual parece adquirir nuevos bríos para modelar, desde el abrigo de las reducciones "redsocialistas", buena parte de los contrariados sentimientos que despierta en el abrumado individuo el auge de la complejidad.
Y, en mi opinión, tal contraposición no sólo es falaz sino también bastante nociva para fomentar una captación productiva de la época en que vivimos y sus posibilidades.
Si hay algo que a esta altura podría ir quedando claro es que las sensibilidades también pueden ser industrializadas y perversas. Cuando contraponemos el "ser" con el "tener" estamos olvidando que ni el ser ni el sentir adjudican per se nobleza alguna. Todo plano general de lo humano puede ser bueno o malo.
Al mismo tiempo, podemos imaginarnos que el deseo de controlar la naturaleza proviene y puede relacionarse con una sensibilidad muy humana y virtuosa; que después, a partir de una Cultura nefasta se malogre ese canal es otro asunto.
Y precisamente es la Cultura la que debe ser complejizada y despojada de sus viejos ardides: no te salva ninguna disciplina ni profesión. ¿La filosofía? Puede ser despreciable (de hecho, en mi opinión, lo es el 99% de la misma). ¿El arte? Una tremenda distracción, en su abrumadora mayoría, indivisible del patetismo contemporáneo.
¿La sensibilidad? Ah, la sensibilidad. Yo diría que justamente es más peligroso para la humanidad la pretensión de sensibilidad de las paparruchadas que se ponen a diario en Facebook, que la despiadada maquinaria de objetos y tecnologías, ya que las primeras operan directamente con el plano cultural coqueteando con un aura satisfactorio, mientras los fríos objetos, en el caso de tener un uso malévolo no van a invertir mucha energía simbólica en maquillar tal oscuro carácter, y en todo caso, recurrirían a la mercenaria sensibilidad para hacer el marketing.
Besos,
Ch
Daniela.
Hola Charly, gracias por el comentario y disculpen la tardanza para contestar…tarde pero seguro ;).
En primer lugar, tengo que decir que en tu crítica a los esquematismos tendés a reducir mi postura a uno. Bien es verdad que existe una discusión entre humanismo y ciencia donde muy "esquemáticamente" se opone una a la otra.
No fue mi intensión contraponer ciencia vs humanismo. Es claro que la ciencia es producto de lo humano. En su mejor aspecto para el descubrimiento, crecimiento y desarrollo de lo mejor del potencial del hombre, en su peor para la destrucción del hombre y de lo que pueda del planeta.
Mi opinión iba a algo mucho más simple, a un aspecto particular de esa relación, y más que nada no con la ciencia, sino con las técnicas en general materializadas en productos (no olvidemos que en el discurso, la política, las instituciones también se usan técnicas, mirar sino la implementación de la burocracia). En fin, a lo que me refería es al hecho de que el desarrollo de las capacidades humanas está puesto en la creación de productos, cuando no sólo en su consumo. Que estamos ante una cultura simplificante donde en lugar de las cosas adaptarse al hombre y sus necesidades, los mismos se adaptan a ellas, por "progreso", por moda, por estatus o por lo que fuera.
Difícilmente sabemos qué es lo que queremos y necesitamos en realidad, menos por qué. Cuando hablaba de ser o tener (más allá de la calidad de ambos) lo que intentaba decir es ésto. Acaso existe hoy en día una reflexibidad acerca de lo que quiere ser como individuo, como ser natural y también como ser social o simplemente se acepta el hecho de que uno es lo que tiene?
No es difícil notar que los modelos a seguir en esta sociedad no son aquellos que tiendan a cualidades humanas como la inteligencia o la compasión, sino más bien se busca la fama, el poder, el dinero, etc etc.
Es cierto, comparto el hecho de que no te salve ninguna disciplina ni profesión, estoy totalmente de acuerdo. No sé por qué lo comentaste, pero es así, tenés razón. Es necesario un crecimiento en todos los aspectos del ser, para poder alcanzar a comprender la complejidad. Debemos nosotros mismos volvernos más complejos. Pero, es este crecimiento alimentado por esta sociedad? acaso lo que se complejiza, cada vez más, no son las tecnologías, mientras que el hombre queda cada vez más atrasado con respecto a ellas y por lo tanto no puede direccionarlas y se les van de las manos?
Toda producción debe estar guiada por su productor, por su voluntad y con la conciencia de que la misma va a tener consecuencias. Por eso la necesidad de reflexión. Cada cultura genera sus propias técnicas (instrumentos e instituciones) y a su vez es modificada por ellas. Por eso es necesario ver cuáles son las que actualmente están presentes y funcionando en la nuestra, qué consecuencias conllevan y saber si es lo que queremos o no, para proponernos proyectos vitales acordes.
Por esto repito, las técnicas no son ni buenas ni malas en sí, pero bajo un sistema cultural, social, político, estético también si se quiere, que las pone en funcionamiento pueden acarrear consecuencias de diversa índole. Hoy en día lo estamos viendo más que nunca.
En síntesis, lo que quiero decir, si no está despierto el conductor, la máquina va a parar a los caños…
Un beso grande!
Charly
Muy interesante tu comentario Dani, te respondo algunas cosas, entre comillas tus frases:
"Que estamos ante una cultura simplificante donde en lugar de las cosas adaptarse al hombre y sus necesidades, los mismos se adaptan a ellas, por "progreso", por moda, por estatus o por lo que fuera."
Uno de los lugares más recurrentes de las ideologías contemporáneas es la entusiasta búsqueda, casi compulsiva, de definir bandos más bien nítidos en términos exasperantemente minimalistas: en este caso, el hombre vs. las cosas!
Yo no creo que en esta tensión adaptativa sea el hombre el que perniciosamente se adapta a las cosas ni tampoco pienso que lo deseable fuera la inversa. Estamos tratando de generar un "clásico" sin plafond. Más bien, se necesita un modelo cultural, que incluye a los hombres y a las cosas, para reflejar las verdaderas tensiones estratégicas.
Para consolidar la demostración del porqué, es bueno desarrollar tu siguiente punto:
"Acaso existe hoy en día una reflexibidad acerca de lo que quiere ser como individuo, como ser natural y también como ser social o simplemente se acepta el hecho de que uno es lo que tiene?".
En la cultura central observo mucha variabilidad al respecto. La barbaridad de definirse por lo que uno tiene (en un sentido estrictamente material) podrá caracterizar a ciertos segmentos, suponete (en el peor de los casos, aunque no lo creo) mayoritarios. Pero en las capas restantes, nada despreciables en número, y tendientes permanentemente a ponerse en un lugar de cierta pretensión de nobleza, ¿qué observamos?
Mi punto es que el desastre mayor se da precisamente en esos segmentos supuestamente más elevados: ese refrito de filosofías derrotistas o derrotadas, con vahos pseudo-religiosos, simplificantes hasta la náusea, con consignas tan elementales como una canción de los Beatles, es lo que mejor describe la crisis de la cultura actual!
"No es difícil notar que los modelos a seguir en esta sociedad no son aquellos que tiendan a cualidades humanas como la inteligencia o la compasión, sino más bien se busca la fama, el poder, el dinero, etc etc".
Totalmente en desacuerdo. La complejidad del mundo, afortunadamente, es tal que las cosas se entremezclan y los facilismos se desbaratan; la cantidad de gente compasiva, inteligente, progre, bah, está en sus máximos históricos, lo que no hace más que aumentar la debacle cultural. Tinelli y la Facultad de Ciencias Sociales están equidistantes de un cadalso lo suficientemente versátil como para pavimentar viás de acceso múltiples, decoradas de "intenciones" a piacere del interesado.
Lo peor del caso, es que es un gran "negocio" para la Cultura Central que sigamos enfrascados en estas antinomias zarpadas en "vintage".
Este estado de repetición insoportable de las mismas giladas que planteaba John Lennon hace 50 años (que ya eran giladas en ese entonces, tomadas de retazos baratos de la cultura universal extra añeja) es la que no permite enfrentarse a los verdaderos desafíos filosóficos y existenciales de la época, totalmente proscriptos por esta dictadura de lo rancio.
Estos nuevos desafíos implican apartarse del voluntarismo, de la simplificación y de una ingenuidad que ya ni gracia tiene.
Basta de refugiarse en la enmohecida falda del amor, la compasión, la sensibilidad o el arte, por nombrar algunos de los clichés más demandados.
La Cultura es un bicho muy poderoso como para enfrentarlo con esquemas tan rudimentarios. Tenemos que integrar "artesanal" y delicadamente, "complejos" ideológico-operativos para intervenir eficazmente en el mundo moderno, al tiempo que hacemos una diferencia trascendental en nuestros regímenes de vida personales.
Para eso hay que ponerle muchísima garra, cabeza, inspiración, sensibilidad y, sobre todas las cosas: complejidad! No compremos tan facilmente los discursos "copy-paste" de Facebook!
Si una idea es muy simple en su comprensión, accesible y confortable en su aplicación y masiva en su utilización resultante, es muy probable que sea trucha o perversa!
Besos!