Hasta que el iPhone nos separe…

Hace unas semanas en el Club I+ charlamos acerca del "Heartbreak Hotel" en Amsterdam, un hotel especialmente pensado para las parejas en vías de divorcio que les facilitaba las cosas a los cónyuges y hasta les hacía más "placentera" una experiencia, que a todas luces, lejos está de serlo. Sobre esto y en conjunción con muchos otros "inventos" del estilo que se popularizaron en los últimos años (fiestas de divorcio, "divorce showers" donde a diferencia de un baby shower se le dan regalos a la recién divorciada, etc.), se pensó en una incipiente estrategia de ocultamiento del "backstage" de una pareja (tanto del montaje como del desarme de la misma).

Así quizás puede observarse que al paso que las relaciones románticas van acortando su vida útil, se va volviendo cada vez más frecuente desdramatizar ciertas situaciones que implicarían una crisis para la persona (y eventualmente un replanteo acerca de opciones de vida), transformándolas, babysitting emocional mediante, en una instancia más.

En esta línea, la semana pasada se sumó a este abanico de curiosidades la opción de las licencias matrimoniales renovables cada dos años. La propuesta realizada en la Ciudad de México, permitiría que la pareja no tenga que comprometerse por tiempo indefinido y en caso de fracasar poder divorciarse sin mayores complicaciones. Como dice Leonel Lunas, el impulsor, "la idea es evitarles a las parejas el tortuoso proceso de un divorcio". Por otro lado, no es un detalle que esta iniciativa aparezca en una ciudad donde casi el 50% de las parejas se separa a los dos años de casados.

Para cerrar y sumando un elemento más al ya complejo escenario que las parejas deben enfrentar hoy en día, tenemos el desafío que la tecnología trae consigo, desde un aceleramiento de los tiempos y una mediatización que deja traslucir las estructuras subyacentes, a situaciones tan insólitas como la siguiente: estudios neurológicos recientes sobre personas con iPhone detectaron un comportamiento peculiar, sus dueños respondían al sonido de su teléfono como responderían "a la presencia o proximidad de una novia, novio o miembro de la familia". La conclusión es que se observaron comportamientos muy cercanos a lo que se define como "amor".

"For many, the iPhone has become a best friend, partner, lifeline, companion and, yes, even a Valentine. The man or woman we love most may be seated across from us in a romantic Paris bistro, but his or her 8GB, 16GB or 32GB rival lies in wait inside our pockets and purses."

Why should marriage last forever?
http://life.salon.com/2011/09/30/why_marry_forever/

You Love Your iPhone. Literally.
http://www.nytimes.com/2011/10/01/opinion/you-love-your-iphone-literally.html?_r=1&scp=1&sq=You%20Love%20Your%20iPhone.%20Literally.&st=Search


Riorevuelto
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