“El mundo necesita personas que se puedan hacer cargo de su individualidad en un sentido completo, construyendo su propia autocultura.”
Diálogo con Carlos Lavagnino, director general de Riorevuelto, ante el lanzamiento del proyecto IndependNet.
Entrevista: Magdalena Mactas
Edición y compaginación: Laura Marajofsky y Greta Struminger
Corrección: Sabrina Cuasnicú
M: Contanos un poco de qué se trata esta nueva plataforma.
C: IndependNet intenta ser una plataforma, un software, que de acá a un tiempo funcionará abierto para todo el público en Internet, y que tiene como objetivo presentar un conjunto de herramientas que permitan hacer varias cosas: por un lado, ir armando una base de información de distintas manifestaciones culturales en un lenguaje y con una interfaz preparada a tal efecto, para poder catalogar con la mayor precisión casi cualquier tipo imaginable de manifestación de la cultura. Por otro lado, y sobre esa base de catalogación, la idea es permitirles a los usuarios emitir elementos críticos que apunten o referencien a esos objetos catalogados. Todo esto, además, bajo una plataforma de red social. Es entonces un programa que combina todas estas ideas con el objetivo fundamental de fomentar el ejercicio de la crítica de cultura en el sentido más amplio.
M: ¿A qué te referís cuando hablás de la cultura en un sentido más amplio?
C: Si bien están contempladas un montón de manifestaciones con las que tradicionalmente se asocia el concepto de cultura, como disciplinas artísticas y demás, a lo que en realidad apunta IndependNet es a tomar una perspectiva más abarcativa como para tratar de detectar determinadas transversalidades que tenemos naturalizadas o incorporadas, y que forman parte de todo ese bagaje que se discute poco.
M: ¿Patrones de conducta, formas de ser que quizás no percibimos porque ya están naturalizadas, pero que hacen a lo que somos?
C: Exactamente, tratar de ver “a través de”. Es decir, tratar de reconocer que las manifestaciones de la cultura específica o especializada, son decantaciones de algo que trasciende todas y cada una de esas disciplinas. Entonces, a través de ese seguimiento o de esa ingeniería inversa, podría iluminarse toda una zona de “no discusión”, poniéndola bajo el foco de la observación crítica y sin dar nada por sentado.
M: A veces pareciera como que uno ni siquiera puede nombrar o identificar ciertas problemáticas, ciertos fenómenos…
C: Sucede que hay cosas que parecería que ni siquiera tienen entidad, que no están en el radar, son justamente “zonas ciegas” desde el punto de vista de la biología de la visión. Vos sabés que en el ojo hay toda una parte de tu campo visual que es insensible, porque el “cableado” del nervio óptico tiene que pasar por algún lado y eso anula la detección de cierta información. Yo creo que primero hay que darle entidad a cada uno de los grandes problemas para discutir a fondo de cultura.
M: ¿Cómo te parece que se lleva esta cultura con la idea de la crítica?
C: Vivimos en una sociedad en apariencia tolerante y diversa, pero que tiene una contracara muy curiosa, que es la de una tolerancia basada en la imposibilidad de criticar al otro porque eso se toma como testimonio de intolerancia. La tolerancia no pasa por no criticar, sino por darle legitimidad a la crítica y simultáneamente entender que cada uno, cada agente o actor de una situación, tiene todo el derecho de hacer lo que quiera. Si uno al concepto de la democracia lo adentra en el territorio de la crítica cultural, esa democracia se convierte en autoritarismo. La discusión sobre tolerancia deja de ser relevante en cultura, en la medida en la que aquí se transforma en una prerrogativa: ya se sabe que cada uno hace lo que quiere. Muchas veces yo esto lo veo cuando le pregunto a las personas: “¿Qué opinás de esto?” o “¿Qué cosa no te gusta de tal formato o de tal situación?”. Y la mayoría de las veces, ¿sabés cuál es la respuesta?..
M: ¿Cuál?
C: Que cada uno hace lo que quiere. Pero eso está claro, yo no estoy preguntando eso, ¿se entiende? Aquí se está homologando democracia con imposibilidad de analizar un fenómeno y de decir: “Esto a mí me gusta” o “Esto no me gusta”.
M: Me gustaría que nos hables acerca de cómo surgió la idea de la interfaz y qué conexión tiene con Riorevuelto.
C: Desde sus comienzos Riorevuelto trataba de aproximarse a la idea de poder operar en la cultura, de ver cuáles eran esas herramientas, esos procesos, y más que nada esas predisposiciones, que podrían posibilitar un acercamiento a una sensación de soberanía y construcción cultural. Riorevuelto tiene diecisiete años de trayectoria, y recién ahora se pudo cristalizar este proyecto, algunos de cuyos componentes empezaron a ser discutidos hace más de diez años.
M: Explicanos entonces qué es Riorevuelto, para entender bien de dónde viene todo este proceso que deriva ahora en IndependNet, pero que sigue creciendo en este proyecto más grande.
C: Riorevuelto en realidad es un conjunto de proyectos que tiene como objetivo fundamental lograr constituir puntos de vista, tecnologías y procedimientos, para habilitar una discusión amplia de cultura en el sentido que hablábamos antes: el de poder rediscutir ciertos parámetros que no se tocan y que curiosamente son aquellos vectores principales sobre los cuales la gran mayoría de la población del planeta estructura su vida. Cuando a una persona se le pregunta “¿Cuál es tu proyecto de vida?”, es sorprendente ver la similitud o la homogeneidad que existe en diferentes clases sociales, en diferentes países. A mí en lo personal es una de las cosas que más me shockearon y que más me invitaron a meterme en este tema. ¿Cómo puede ser que en este planeta con tantas distancias, tantas realidades, tantos paisajes, tantas historias diferentes, la respuesta a cuál es tu proyecto de vida sea tan parecida en todos lados?
M: IndependNet quizás pueda servir para dar cuenta de esa homogenización, ayudándonos a “mapear” la realidad…
C: Dijiste una palabra que es clave, “mapear”. Tenemos que empezar a hacer mapas, ya que ver las relaciones entre las cosas es la parte básica de la inteligencia. IndependNet es un lenguaje de asociación, un constructor de redes visualizables. Ahora todo es red, pero la manera que tenemos de visualizar las redes amputa esa complejidad. Tomemos como ejemplo a Facebook: es una red, increíble en cuanto al andamiaje que tiene, sin embargo cuando vas a ver a tus amigos los visualizás en forma de una lista, en una secuencia, que es de las maneras más brutales de reducir la complejidad de algo. Muchas veces nos escapamos o rehuimos de la contemplación de las complejidades, y las redes son una invitación a tomar conciencia de una complejidad.
M: ¿En IndependNet la idea sería poder ver la relación entre episodios aislados y tendencias?
C: Precisamente, porque hay que ver que no sólo hay episodios, sino que las situaciones forman parte de patrones, de tendencias, y que las tendencias también son una red que está muy interrelacionada. Esta visión homogeneizadora de la cultura de la que hablábamos con anterioridad se sustenta por un lado en una gran ingenuidad, y por otro lado, en una gran irresponsabilidad.
M: ¿A qué te referís con “una gran ingenuidad”?
C: La ingenuidad está dada por una reducción de la complejidad y no ver los órdenes subyacentes de los acontecimientos. Por eso nosotros no sólo catalogamos una manifestación cultural, sino que brindamos el lenguaje como para catalogar todas las relaciones humanas y productivas que ocurren dentro de la misma. Yo no sólo puedo catalogar una película, sino que catalogo todo, toda la gente que trabajó en esa película y las organizaciones que tuvieron que ver con en esa película. Lo que ofrece IndependNet es un lenguaje de apreciación de esa complejidad y de esas relaciones, y eso para mí es superar la ingenuidad. ¿Por qué? Porque la persona que contempla una manifestación cultural muchas veces pareciera no tener las herramientas como para analizar realmente el contexto de lo que está apreciando. Y lo que le da IndependNet es un poderoso contextualizador. A ver: ¿qué es ese objeto?, ¿cómo fue creado?, ¿quién lo creó?, ¿bajo qué circunstancias?, ¿con qué trayectoria?, ¿y en qué tendencias también se enmarca?
M: Y eso conlleva una toma de responsabilidad personal, ya que antes mencionabas también la irresponsabilidad…
C: Yo creo que lo que hoy tenemos, en un mundo y en una cultura muy interrelacionada, es un gran desafío de revalidar el rol de la responsabilidad. Se habla mucho de la responsabilidad social, de hacer turismo responsable o de hacer una industria responsable. ¿Y dónde está la responsabilidad en la cultura? ¿Cómo se hace publicidad responsable, cine responsable, una novela responsable? Estamos de acuerdo en que no es una tarea del Estado, sacando casos muy alevosos como por ejemplo una publicidad que viole una ley -como muchas publicidades han violado la ley nacional de tránsito. El único bastión que nos queda para no caer en el autoritarismo de un Estado que nos diga cada cosa que tenemos que hacer, es que haya individuos críticos. Estamos en un contexto en el cual hay muy poca conciencia por parte de aquellos que construyen la cultura del impacto que tienen sus acciones.
M: ¿Se trata de darle más instrumentos a la persona para que pueda relacionar y detectar posibles patrones culturales?
C: Absolutamente, es en el individuo en quien tenemos que pensar acá, en cómo se defiende ante los intereses de las corporaciones o de determinados nichos de la cultura. Sería interesante que por una vez pueda ser el individuo el que tiene la capacidad para hacer inteligencia, y no ser siempre éste el que aparece en los “focus group”, en las encuestas. IndependNet es la red que fomenta la independencia, y que estimula a los individuos para que tengan dispositivos para contrapesar esa observación de la cual siempre han sido objeto.
M: ¿Podés contarnos un poco en qué consisten los conceptos de “autocultura” y “ecocultura” que ustedes vienen trabajando?
C: La autocultura es el reconocimiento de que uno tiene que construir su cultura inspirándose en un montón de elementos, muchas veces externos, compartidos, pero siendo el individuo independiente el que elija con qué quedarse, qué cambiar y qué descartar. Se trata entonces de generar un modelo que demuestre que el mejor negocio para una persona es hacerse cargo de su individualidad en un sentido completo. ¿Cómo? Construyendo su propia cultura.
M: ¿Pero es “ecoculturalmente” sustentable que todos los individuos hagan esto?
C: Yo creo que es sustentable en la medida en la que implica una mirada personal y una real responsabilidad del individuo. El orden más responsable es siempre aquel en el que el poder está descentralizado, aquel en el que cada uno tiene que hacerse cargo de mejorar su vida y mejorar el mundo. Es lo mismo que cuidar al planeta, no lo puede hacer sólo un gobierno o sólo una corporación, la única manera de cuidar el medioambiente sería que todos tuviéramos un grado máximo de responsabilidad. Esto es lo mismo. Vos pensá la cultura como un medioambiente que incluye al medioambiente físico, pero que lo trasciende largamente. ¿Cómo lográs que esa cultura sea lo más sana posible? Tratando de que la mayor cantidad de agentes sean responsables.
M: ¿Y qué papel puede jugar entonces IndependNet en este cambio cultural?
C: Bueno, es un incentivo, una invitación, una pequeña puerta que se abre para empezar de a poquito a ejercitar nuestra capacidad de visualizar, de criticar y de fundamentar. Y aparte hay algo muy importante que tiene IndependNet, que es que una de sus funcionalidades es la creación de proyectos propios. Representa la posibilidad de transformar las críticas en propuestas concretas a través de los proyectos. Es un doble juego. Cuando uno puede ver la complejidad de las cosas que están en el entorno, uno por un lado puede animarse a criticar, y entonces también se da cuenta de que tiene la responsabilidad de construir. Y cuanto más construís, más te animás a criticar, y cuanto más criticás, más te ves obligado a construir. Lo que se genera es un circuito de promoción de la “creación crítica”. O sea, un equilibrio.
M: Quizás necesitamos modelos que no renieguen de la complejidad de la cultura…
C: Claro, puntos de vista. IndependNet promueve el poder ubicarse en un ángulo que sea accesible pero que al mismo tiempo demuestre la complejidad de lo que se está mirando. Y a partir de ahí es una actitud que esperamos que se pueda generalizar para demostrar que las tecnologías que se crean tienen que estar comprometidas también con un concepto crítico. Hoy por hoy IndependNet, más allá de su objetivo cultural, me parece muy importante como un modelo diferente de creación tecnológica.
M: ¿A qué te referís exactamente con esto último?
C: A que cuando uno crea tecnología es lo mismo que cuando uno crea cualquier otra cosa, la idea es tratar de que lo que se crea sea virtuoso, es decir, que colabore posibilitando una productividad y tratando de hacer el bien. Sobre todo hoy en día que vemos que cualquier instrumento tecnológico es casi glorificado por el hecho de ser masivo, de que lo use mucha gente o que sea algo nuevo. Yo soy en ese sentido terriblemente crítico de herramientas como Facebook o Twitter, ya que son aplicaciones que desde mi punto de vista no contribuyen para formar una cultura más crítica, todo lo contrario, son un amplificador de las contradicciones.
M: ¿Son también un amplificador de la homogenización cultural?
C: Yo creo que sí. Fijate que Facebook tiene la opción “Me gusta” pero no tiene la opción “No me gusta”. Eso te da la pauta de que estás haciendo una herramienta poco crítica.
M: Emitir una opinión supone una toma de responsabilidad, que tiene que ver con esto que hablábamos recién de individuos que pueden construir su autonomía y que son más responsables.
C: A mí me gusta mucho la palabra “Independencia”. La libertad es un orden más bien general que permite que las personas puedan hacerse cargo de una serie de cuestiones. La Independencia debería ser una maximización de esa libertad, una asunción gradual de responsabilidades hasta llegar al punto en que cada uno pueda ser el principal constructor de su propio tejido cultural. Y de esa forma, yo creo que se abre la perspectiva de un individuo mucho más feliz, con menos resentimientos en los cuales apoyarse, menos frustraciones provenientes de decisiones que esa persona en el fondo no tomó, o tomó prepoteada por su entorno. Eso permitiría una disponibilidad de energía y de compromiso para establecer una relación con el mundo que no sea traumática y que sea mucho más virtuosa. Es un mundo en donde la felicidad y la construcción tienen que ir de la mano, y en el que uno tiene que ser consciente de la complejidad. Y hasta ahora no hay sistema más complejo conocido en el Universo que la cultura humana.