Un plan chino

En esta ocasión quería comentar un artículo sobre el boom inmobiliario que está dándose en China en este momento, y que se teme que al igual que en EEUU en 2008 genere una “burbuja” con catastróficos resultados. Lo interesante de este caso en particular es que el estigma de tener una propiedad (común en muchos países) adquiere otro cariz en China. Resulta que en este país ser dueño se ha convertido en el factor determinante y “habilitante” para el matrimonio. Esto no sólo continúa reforzando la obsesión contemporánea con el tema del hogar y la propiedad, sino que encima parece estar enraizándose en la noción de masculinidad que gran parte de la población china tiene (“A man is not a man if he doesn't own a house"), y representando desde luego lo que se espera de los jóvenes.

Esto es lo que dice un agente inmobiliario sobre los jóvenes solteros que se endeudan para poder comprarse una casa y ser “elegibles” como esposos: “They don't care how little money they have. They just want an apartment as soon as possible. They take on a mortgage with the longest terms and highest interest rates. But they have no choice. They have to get married. I feel sorry for them."… por si quedaba alguna duda acerca de cuán racional y estratégico es el plan.

Ni hablar del rol que le toca a la mujer, que básicamente busca ser una mantenida.

Sin embargo, a nadie se le ocurre cuestionar ninguno de estos mandatos, en especial el tema del matrimonio, y todos se compadecen de los pobres hombres solteros que “tienen” que endeudarse y demás malabares como si no les quedara otro remedio.

China's housing boom spells trouble for boyfriends
http://www.latimes.com/business/la-fi-china-bachelor-20100621,0,2565228,full.story

Beso!

Laura
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  • Magdalena
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    Hola Lau,

    Me resulta intersante el fenómeno.
    Sin embargo, no coincido con que se trate de un fenómeno contemporáneo -esta aparente obsesión por la casa y la propiedad-. Me parece un fenómeno que está ligado a mucha otras variables, tanto culturales como económicas y políticas, y que intrincadas, pueden ser miradas como características de una época, o de cierto estado de cosas, coyuntura para usar un término un poco más ortodoxo.
    Por otro lado, que nadie proteste ante esto u objete ante ello, en el caso de China al menos, es algo que no podría afirmar.
    No me parece de más tratar de entender la relación entonces entre ciertos modos de organizar la economía y la políitica y las conductas que van forjando modos de ser culturales.
    Esto no quiere decir que uno determine al otro, sino que puede ser un camino posible para enteder dicho fenómeno, el encontrar de qué forma están relacionados.
    El pensarlo como una obsesión o como algo estigmatizante no me parece suficiente fundamento.
    Pero de todo modos me parece una interesante punta la que proponés con el artículo.
    Besos,
    Malén.

    23 de June de 2010 at 12:30 pm
  • Lau
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    Hola Malén, entiendo lo que decís de que hay toda una variedad de cosas que afectan este tipo de fenómenos, pero yo nunca excluí los factores políticos o económicos, sino que simplemente hablé de las cuestiones culturales –en este caso el tema del matrimonio y lo que se espera de los jóvenes en la sociedad china– que tienen un gran impacto en las decisiones.

    Seguro que existen cuestiones coyunturales que también colaboran, como por ejemplo que se favorezca el nacimiento de varones por sobre las chicas, lo cual hace que haya menos mujeres y por ende que la competencia por conseguir una esposa vuelva una necesidad tener una propiedad, y sin embargo aún en este marco creo que sigue habiendo que desnaturalizar acciones y comportamientos de la vida cotidiana que se dan por sentado (casarse, la aparente inevitabilidad de ciertas facetas como la vida familiar).

    Cuando resalto que parece haber poco análisis al respecto, lo digo porque tanto en esta nota como en otras coberturas que ví desde los comentarios de la gente común al enfoque del periodista se muestra una postura más cercana a la complacencia… mismo la frase que puse donde se expresa textualmente “…ellos se tienen que casar. Los compadezco”. Tal vez exista alguna facción o grupo de gente minoritario en China que se oponga a este estilo de vida o que no dé por sentado que así es como hay que vivir… todavía no he leído o me he enterado de nada similar.

    besos

    23 de June de 2010 at 6:46 pm
  • Magdalena
    Reply

    Hola Lau,
    Como decís, no es que hayas considerado irrelevantes las cuestiones coyunturales, poslíticas, económicas, etc., sino que yo pensaba para este caso que sería interesante pensar en la incidencia de las mimas.
    Me pareció un buen dato el del número de nacimientos de hombres frente al de mujeres (favorecido intencionalmente), y el hecho de que ello favorezca la competencia por las mujeres, como ha sucedido tantas veces en la historia.
    Eso me recuerda al famoso libro de un antropólogo que, uno de los más bien escasos ejemplares que llegaron al público no especializado. Me refiero a "Vacas, cerdos, guerras y brujas: los enigmas de la cultura" (1975), de Marvin Harris.
    En él, y en líneas muy generales, entre otras cosas hipotetiza que muchas de las guerras tribales, así como por ejemplo fenómenos como la prohibición de consumir carne de vaca en la India, tiene relación con el consumo de proteínas como fuente vital escasa, y de, en última instancia en la cadena de acausalidades, su necesidad en la competencia por conseguir ese otro "bien" escaso: las mujeres.
    En cuanto al último fenómeno que menciono, Marvin Harris explica que las vacas no se comen en la India no porque sean sagradas, sino que son sagradas porque son escasas, y además lo son como "fábrica de vacas": para concebir más vacas.
    En fin, un ejemplo que quizás se aleja un poco pero que muestra un estudio, discutible, sobre la relación entre variables, y que quizás indaga un poco más allá de la no muchas veces menos comprobable testarudez, pacatería o silencio ante temas capitales de la cultura.
    Por último, se lo critica a Harris por brindar un explicación demasiado determinista y mecánica, además de venir de un marxismo casi ortodoxo que hoy parece a veces más parte de la literatura, como las obras de Freud, que de una ciencia compeleja.
    Van links:
    – Comentario y extracto de esta obra, pero con el caso de la Brujería y la Iglesia católica. Habla de paso de la Contracultura: http://www.13t.org/decondicionamiento/forum/viewtopic.php?t=258
    – Otra reseña con fragmento de prólogo: http://www.elinconformistadigital.com/modules.php?op=modload&name=News&file=article&sid=1129

    Disculpas por lo extenso… prometo intentar más poder de síntesis la próxima.

    Besos,
    Malén.

    24 de June de 2010 at 2:59 pm
  • Pame
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    A mi no me soprende en absoluto que , y digo en absoluto, con conocimiento de causa!

    Ojalá existan movimientos, que de seguro son minorías, que se opongan y que luchen por algo distinto. Creo que la cultura (como fenómeno y resultado en parte de la política, la economía, los usos, costumbres y tradiciones)impone una forma de sumisión y un tanto de complacencia que asusta a la cultura occidental. Piensen en la cantidad de millones de millones de

    Si hoy la virilidad está definida por este tipo de cuestiones, cuál es el rumbo que define la sociedad china? El machismo aún es un tema muy controversial en China. La mujer en general no tiene acceso a puestos de poder y es el hombre quien gestiona, coordina, dirige, etc.

    Calculo que la mujer ya que tiene acceso limitado en esa sociedad, por algun lado evidentemente tiene que canalizar!!

    Tal vez como pequeña y humilde conclusión, la sociedad china dennota rasgos retrógrados aún muy difíciles de destrabar. Este es un hecho puntual, es parte de los miles de artefactos de la cultura, es la punta del iceberg; destrabar, desapalancar este tipo de rasgos implica ahondar en los niveles más profundos, en aquellas presunciones básicas que definen casi indiscutiblemente aquella cultura. El cambio es muy complejo. Y por los caminos que va China, lo veo algo muy dificil.

    24 de June de 2010 at 5:06 pm
  • Pame
    Reply

    Me faltaron unas partes!

    A mi no me sorprende en absoluto que este tipo de cosas pasen en China!

    Si piensan en la cantidad de chinos que hay, tal vez las mujeres sí pueden darse el lujo de seleccionar con esos parámetros (tan ridículos por cierto).

    Ahora si.

    Slds,

    24 de June de 2010 at 5:09 pm
  • Babu
    Reply

    Hola a todos,

    A mi me parece que este tipo de fenómenos, si bien genera implicancias económicas y políticas, tiene un origen eminentemente cultural. La obsesión por la casa propia (asociada o no a la búsqueda matrimonial) se parece más a una herencia acatada acríticamente por las nuevas generaciones que a un fenómeno coyuntural. Y el origen de esa pulsión yo creo que hay que buscarlo en las estrategias vitales, en las lógicas de supervivencia, en el fantasma de la vejez, de la soledad, básicamente en los miedos.

    Por otro lado, si coincidimos en el carácter retrógrado de este comportamiento, pienso que todas las asociaciones de variables que hagamos deberían contemplar este posicionamiento. De otra forma, quizás empieza a desteñirse la crítica y reducirse a un análisis más aséptico, casi carente de hipótesis de conflicto cultural. Por ejemplo, más allá de todos los casos que podemos encontrar en la historia para los que cuestiones esencialmente económicas expliquen comportamientos absurdos, esto no implica que para todo comportamiento absurdo haya una explicación que tenga que ver con la distribución de la riqueza.

    Por último, más allá de que encuentro coherencia entre el fenómeno que describe la nota con las realidades de otras geografías, creo que la descripción que hace el artículo da para pensar, como dice Pamela, que en China las cosas son un poquito más extremas, yo diría más conservadoras, quizás. Acaso no es allí en donde aún existe la tradición de que los padres determinen, sin sutileza alguna, las parejas de sus hijos? Más chino imposible…

    Saludos!

    24 de June de 2010 at 9:05 pm
  • Magdalena
    Reply

    Hola a todos,

    Con respecto al origen cultural de la obsesión por la casa propia, pienso que es interesante como idea pero no me convence un 100%. Sobre todo porque me parece difícil determinar de manera efctiva tal afirmación. En todo caso, prefiero decir que es un fenómeno cultural, porque se trata de conductas en las que los individuos muchas veces actúan sin repensar lo que heredan. En este sentido, sin embargo, incluso se podría abusar un poco de la idea y decir que puede llegar a ser algo también coyuntural. Sin embargo no me parece central si es o no coyuntutral.
    Lo que yo quería discutir más bien es que se tratara de explicar fenómenos en base a un orígen en obsersiones y caprichos.
    Por otro lado, no me parece que la herencia de la casa y el matrimonio se acepte acríticamente de manera general, pero sí que considero que es una tendencia que se mantiene.
    Supongo que en China cualquier manifestción en contra del status quo debe ser más improbable dado el autoritarismo de esa cultura, de la que tampoco conozco demasiado en realidad.
    Me parecen interesantes os componentes de la pulsión que menciona Babu. Parece una buena linea ahondar en las características de estos componentes.
    Saludos,

    28 de June de 2010 at 2:59 pm

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