“De esa galleta no has de comer”…
Hola a todos! Bueno, les quería comentar acerca de una aplicación de Facebook que parece ser furor por estos días, al punto que cada vez que entro al sitio veo que alguien la usó: “las galletas de la suerte”. El concepto, como podrán adivinar, es que uno abre una de estas galletas y se le “revela” alguna cosa respecto de su futuro. Las fórmulas rondan lo cliché e intrascendente (“Necesitás más diversión”), a cosas tan abstractas (“Enfrentarás un desafío que te hará cambiar tu perspectiva de las cosas”) que cualquiera puede decidir qué le significa o señala la bendita galleta. No sorprende que algo así enganche tanto cuando se percibe un gran desconcierto e incertidumbre respecto de la propia vida, y a su vez, una gran inclinación a creer en fuerzas sobrenaturales… Fíjense sino como muchos abren las galletas y comentan su propia hazaña y la de otros afirmando la pertinencia del presagio.
Y para cerrar, el colmo de los colmos, resulta que ahora también hay “galletas de la fortuna mala onda” que vienen con mensajes como "La vida sigue, y los lindos días del pasado nunca volveran"! jajaj… Pero si pensaban que éso era todo, para la gente bien negativa también tenemos las “galleta del infortunio”, con tips bien “up” como “Siempre que salgas a andar en bicicleta, todos los caminos que tomes irán cuesta arriba”.
Me pregunto si habrá alguna galleta que diga “Deberías dejar de abrir tantas galletas”…
Besos!
Charly
Ay, Facebook. Qué fiel medida de la opacidad.
La multiplicación es idiota, pero indudablemente justa.
Pensar que en algún momento, el gesto de una persona frente a una pantalla luminiscente podía remitir a un viaje, alguna búsqueda, tal vez un misterio.
Hay que aceptar el trago amargo de contemplar la falta absoluta de orgullo de la masa. Y hay cada tecnobarba haciéndose fan de "FB", qué aparato! Son como los siomes que se ponen la remerita de una telco en un recital y a fin de mes cuando les llega la factura se quejan ante Defensa del Consumidor porque les vieron la cara.
Mmm, me parece que otra vez escuché demasiado "Cyberpunk"…