Muy “pintoresco”…
Un poco relacionado con lo que se debatió en estos días respecto de la crisis que atraviesa la familia hoy, específicamente el matrimonio, quiero comentar algo que me resulto bastante llamativo. Impulsado por el éxito de la calamitosa tira “Tratame bien” salieron infinidad de notas periodísticas sobre la terapia de pareja y los discursos, en tónica y contenido, eran bastante homogéneos. Básicamente visualizaban que la institución estaba “cayéndose a pedazos” pero que paradójicamente, “seguía en pie”. Este diagnóstico mal formulado es bastante común hoy en día y no sorprende que los únicos recursos para evitar un replanteo de fondo se basen en la inercia. Pero dentro de esta línea conservadora hubo un argumento que realmente me sorprendió: “Son tiempos difíciles para mantener una pareja, quién puede dudarlo. Pero también lo son para encontrarla. Y, en términos meramente cuantitativos, tampoco son momentos como para tomar la decisión de dejar de compartir gastos, alquileres y demás desembolsos en común. Es por eso que, mientras el unitario Tratame bien es uno de los programas favoritos de la pantalla de 2009 -en lo que puede diagnosticarse como un típico síntoma de catarsis televisiva-, es cada vez más usual que las parejas decidan reservar la palabra crisis para el contexto financiero mundial y se planteen pedir un salvataje externo a los especialistas en terapias vinculares”.
(http://www.criticadigital.com/revistacfiles/revistac67paraweb.pdf -Pág. 08)
Llevar la discusión al terreno de lo económico parece ser otro “manotazo de ahogado” de una institución cada vez menos consistente.